Unas de las formas más habituales en análisis técnico es la de los triángulos. Pueden ser ascendentes, descendentes o simétricos.
En esta entrada veremos los triángulos descendentes.
¿Qué es un triángulo descendente?
Un triángulo descendente es una figura que se forma cuando hay dos líneas convergentes, una horizontal y la otra oblicua descendente, con una pendiente tal que parece que se van a juntar.
Para que se considere una figura de continuación de tendencia es necesario que exista una tendencia marcada. Sin embargo, el triángulo descendente es una figura claramente bajista, así que no importa demasiado la duración de la tendencia.
Se necesita que haya al menos dos mínimos a un nivel prácticamente igual, con una reacción entre ellos.
Se necesita que haya al menos dos máximos con cierta distancia entre ellos que formen el lado descendente superior. Si hay algún máximo que supere el máximo anterior, entonces no es un triángulo descendente válido.
Duración: puede ir de unas semanas a varios meses. La media es de entre uno a tres meses.
El soporte que se rompe cuando se produce la ruptura del triángulo, se convierte en resistencia. En algunas ocasiones la cotización vuelve a visitar ese nivel, dando una segunda oportunidad.
Objetivo de precio. Se determina tomando el máximo de la anchura del triángulo y sustrayéndolo del punto de la ruptura.